SOBER

Nació en una casa, con tres mujeres y su querido viejo, el se fue temprano para el otro lado, le hizo falta, se nota en su rostro. Ese rostro triste, arruinado, ahogado de problemas, hace meses que no se afeita, las cuentas no le cierran. Los parpados hinchados y colorados pesan, y mas la botella  y ahí va, triste, no la quiere soltar, le duele, y mete su vida en ella . Intenta trepar desde el pozo donde esta, pero cada tanto se cae de nuevo, se equivoca, si como todos.
Pero llego un momento que se dio cuenta que se puede estar peor, que la salida esta mirando hacia arriba, no lo piensa, parte la botella, saltan los vidrios y la sostiene alineada a su cara, parado frente al espejo, y piensa, observa y analiza esa habitación. Donde las botellas son los muebles, adornos, y permanentes recuerdos de su pasado y presente. Profundiza en las cicatrices y sabe que son un recordatorio tatuado, de donde viene... pero no de a donde va.

Termino la fiesta, se acabo el alcohol, pero vos estas mareado y no entendes, baja la botella al piso, porque no es tu amiga, ella te enamora con su dulzura que baila en tus labios, con el ardor al bajar en caída libre por la garganta, pero todo va a morir a tu cabeza....

infinito

Cuesta mucho hacerse la idea de algo infinito no? Existira enserio algo asi ?, o es invento nuestro?. Aveces el que algo sea infinito nos da una especie de seguridad , de que no se acabe, porque como la mayoria , las personas tienen miedo a los finales, me incluyo , los odio.
Algo que me encanta desde chica es el universo, esas millones de estrellas, planetas, nebulosas, de infinitas combinaciones de colores, formas, y tamaños inmesos. Un sueño que siempre tuve , es conocer el espacio, que se sentira ser un ser tan pequeño, enfrentado a todo eso ?, quizas ahi si nos demos cuenta de que no somos nada para el resto del espacio, que ocupamos un lugar insignificante, que nuestras acciones se nos duelven a nosotros, y que al fin y al cabo , solo a nosotros nos hacen daño. Quizas alli nos demos cuenta de que somos menos de un grano de arena en el desierto, y dejemos de mirarnos el ombligo.